Los sistemas de recirculación de agua (RAS) son la solución más avanzada y sostenible para la acuicultura moderna. Diseñados para maximizar la eficiencia, reducir el impacto ambiental y garantizar la calidad del producto, los RAS permiten cultivar peces en ambientes controlados, con un uso mínimo de agua y espacio.


¿Qué es un sistema RAS?
Un sistema RAS es una instalación cerrada donde el agua se filtra, oxigena y reutiliza continuamente, creando un entorno óptimo para el crecimiento de especies acuáticas. A diferencia de los métodos tradicionales, no depende de cuerpos de agua naturales ni de grandes extensiones de terreno.
¿Cómo funciona?
El proceso de recirculación incluye varias etapas:
- Tanques de cultivo: donde se alojan los peces.
- Filtración mecánica: elimina sólidos como restos de alimento y desechos.
- Filtración biológica: convierte compuestos tóxicos como el amoníaco en nitratos menos dañinos.
- Oxigenación: mantiene niveles adecuados de oxígeno disuelto.
- Control de temperatura y pH: asegura condiciones estables.
- Desinfección (UV/Ozono): elimina patógenos y mejora la bioseguridad.
Diseño y funcionamiento de un Sistema RAS

Beneficios comerciales
- Ahorro de agua: hasta un 90–99% menos consumo que sistemas abiertos.
- Producción intensiva: mayor densidad de peces por metro cúbico.
- Control total: temperatura, oxígeno, alimentación y salud del cultivo.
- Ubicación flexible: puede instalarse en zonas urbanas o alejadas del mar.
- Bioseguridad elevada: menor riesgo de enfermedades y contaminaciones externas.
- Sostenibilidad: menor impacto ambiental y mayor eficiencia energética

Tipos de sistema RAS


Hay sistemas RAS pequeños o básicos en acuicultura. Los sistemas RAS pueden ser de diferentes tamaños y capacidades de producción. El precio de los sistemas de recirculación acuícola (RAS) varía según el tipo de sistema y la capacidad de producción.
Galería de equipos de un sistema RAS
Los sistemas RAS representan el futuro de la acuicultura: eficientes, rentables y ecológicos. Son ideales para productores que buscan calidad premium, trazabilidad, y una operación que cumpla con estándares internacionales. Además, permiten cultivar especies de alto valor como salmón, tilapia, trucha, camarón y más, con ciclos de producción más cortos y menor mortalidad.